
Mi compañero de piso, ese machirulo de la Cataluña profunda que se come mis croquetas del Mercadona sin consultarme antes (grrr), tiene un acuario gigante con un montón de animalitos fusiformes, a los que por cierto, se le olvida dar de comer, lo mismo que a su gato. El día que me marche de esta casa para siempre dejaré el acuario abierto para que el gato se coma a los peces y así todos dejen de sufrir al tiempo.
Bueno, el caso es que hace ya un par de semanas que me enteré del significado de la palabra fusiforme*, cuando Irra y yo barajábamos nombres para nuestro futuro blog común. Es una de esas palabras que suenan bien aunque no conozcas su significado preciso, así que decidimos seleccionarla en nuestro particular cásting de palabras molonas. La otra palabra, calambre, fue escogida sin embargo por la fuerza de su significado. Un calambre es un estremecimiento producido por una descarga eléctrica de baja intensidad.
Este blog podría haberse llamado de muchas formas, probablemente habría acabado haciendo honor a cualquiera de nuestras referencias musicales en común, pero ahora comprendo que no podía haberse llamado de otra manera.
Hace ya tiempo que nuestros días están plagados de pequeñas descargas eléctricas emocionales, y casi siempre son fusiformes, comienzan con poca intensidad y normalmente provocadas por una pequeña perturbación, pero luego se hacen grandes, para acabar disminuyendo y comenzando de nuevo el ciclo. Nuestros calambres individuales son como ondas armónicas de gran amplitud, exactamente con la misma forma que los peces de mi compañero de piso.
Cuando estudiábamos física con la vieja esquelética y adicta a la nicotina que nos dio clase en la carrera, aprendimos que el resultado de la superposición de dos o más ondas armónicas se denomina interferencia. Cuando dos ondas se encuentran en un punto o una región del espacio, el resultado es una nueva onda cuya perturbación es la suma de las perturbaciones de las dos ondas originales. Este blog es nuestra interferencia, la suma de nuestras perturbaciones.
En fin, ojalá nosotros mismos también fuéramos fusiformes, la resistencia que imponen el escenario y las circunstancias a nuestros movimientos se vería considerablemente reducida…y nosotros ya no tendríamos miedo al futuro y volveríamos a cantar desafinados en las noches de verano y en nuestros viajes a los sueños polares.
*Se llaman fusiformes los objetos u organismos en forma de huso(antiguo instrumento utilizado para hilar), es decir, alargado y con las extremidades más estrechas que el centro; vamos, como los peces, los delfines, los tiburones-ballena, los aviones de guerra, los aviones normales y los submarinos nucleares, por poner unos ejemplos…
Yo lo que soy es un triángulo
yo lo que soy es fusiformeBueno, el caso es que hace ya un par de semanas que me enteré del significado de la palabra fusiforme*, cuando Irra y yo barajábamos nombres para nuestro futuro blog común. Es una de esas palabras que suenan bien aunque no conozcas su significado preciso, así que decidimos seleccionarla en nuestro particular cásting de palabras molonas. La otra palabra, calambre, fue escogida sin embargo por la fuerza de su significado. Un calambre es un estremecimiento producido por una descarga eléctrica de baja intensidad.
Este blog podría haberse llamado de muchas formas, probablemente habría acabado haciendo honor a cualquiera de nuestras referencias musicales en común, pero ahora comprendo que no podía haberse llamado de otra manera.
Hace ya tiempo que nuestros días están plagados de pequeñas descargas eléctricas emocionales, y casi siempre son fusiformes, comienzan con poca intensidad y normalmente provocadas por una pequeña perturbación, pero luego se hacen grandes, para acabar disminuyendo y comenzando de nuevo el ciclo. Nuestros calambres individuales son como ondas armónicas de gran amplitud, exactamente con la misma forma que los peces de mi compañero de piso.
Cuando estudiábamos física con la vieja esquelética y adicta a la nicotina que nos dio clase en la carrera, aprendimos que el resultado de la superposición de dos o más ondas armónicas se denomina interferencia. Cuando dos ondas se encuentran en un punto o una región del espacio, el resultado es una nueva onda cuya perturbación es la suma de las perturbaciones de las dos ondas originales. Este blog es nuestra interferencia, la suma de nuestras perturbaciones.
En fin, ojalá nosotros mismos también fuéramos fusiformes, la resistencia que imponen el escenario y las circunstancias a nuestros movimientos se vería considerablemente reducida…y nosotros ya no tendríamos miedo al futuro y volveríamos a cantar desafinados en las noches de verano y en nuestros viajes a los sueños polares.
*Se llaman fusiformes los objetos u organismos en forma de huso(antiguo instrumento utilizado para hilar), es decir, alargado y con las extremidades más estrechas que el centro; vamos, como los peces, los delfines, los tiburones-ballena, los aviones de guerra, los aviones normales y los submarinos nucleares, por poner unos ejemplos…
Yo lo que soy es un triángulo
y exploto contra el techo
siempre me fijo en las esquinas
estoy aprendiendo a comportarme
como un ángulo recto
yo cambio de forma
yo cambio de aspecto
yo cambio de forma
Hemos estado tanto tiempo
tirando líneas y de pronto
hay que empezar de nuevo
y si nos estábamos tocando
mi último giro en el espacio
nos vuelve a dejar lejos
yo cambio de forma
yo cambio de aspecto
yo cambio de forma
Y yo a vueltas con la perspectiva
tú ya sabes que yo no nunca pienso
yo me proyecto
yo cambio de forma
yo cambio de aspecto
yo cambio de forma
Cambio de forma (Astrud)