Salgo de casa. Hay pocas ganas de fiesta, y mucha somnolencia. Me esperan en la esquina misma de mi calle.
-Hoy te has puesto de punta en blanco.
-Claro, hombre, es viernes. Lo que no comprendo es por qué tú no te has puesto el jersey que te compraste ayer.
-Bueno, no me apetecía, sin más. Además no me hace que se impregne de humo.
-Tampoco es ésa razón para salir un viernes como si fueses a la facultad.
-¿A qué te refieres?
-A que sales casi con el chándal.
-Hombre, si lo dices por la chaqueta…
-A ver, si me gusta… pero claro, con un jersey mucho mejor.
-Hoy te has puesto de punta en blanco.
-Claro, hombre, es viernes. Lo que no comprendo es por qué tú no te has puesto el jersey que te compraste ayer.
-Bueno, no me apetecía, sin más. Además no me hace que se impregne de humo.
-Tampoco es ésa razón para salir un viernes como si fueses a la facultad.
-¿A qué te refieres?
-A que sales casi con el chándal.
-Hombre, si lo dices por la chaqueta…
-A ver, si me gusta… pero claro, con un jersey mucho mejor.
Entramos en el bar, cerca de la medianoche. Viernes de fiesta nacional, y poco ambiente callejero.
-¡Uy, qué ojeras tienes hoy!
-¿Qué tal si comenzamos con un Hola?
-Ah sí, claro. Hola, y tal. Pero es que te veo hoy muy demacrado, chico.
Pasan las horas, doy un pequeño descanso al vino y entramos en el bar pop por excelencia de la ciudad.
-¿Te puedes creer que me han dicho antes que tengo ojeras?
-¿Ojeras? No, ya no tienes ojeras… Si acaso un poco hinchado este ojo, ¿no?
-¿Cómo que hinchado?
-Si, mira, ve al baño y compárales. Verás que tienes hinchado el ojo izquierdo.
Acabamos en el bar de siempre, a la hora de siempre. Nos encontramos con los de siempre:
-¡Menuda fiesta llevas a las espaldas!
-Lo cierto es que no. ¿Por qué dices?
-Ah, no, como tienes los ojos rojos…
-Será cosa del humo.
-Sí, claro. A lo mejor es hora ya de irse a la cama.
-Eso pienso hacer. Ahora mismo.
Ya en la cama caigo en la cuenta de que nada me ha molestado. No tengo estos días ánimos de gustar, ni siquiera a mi mismo.
Vivo esperando, y mientras espero me olvido de vivir. Eso se acabará hoy mismo.
Hoy voy a gustar.
No lo hago por dinero, lo que quiero
no es nada que se pueda comprar.
No lo hago por las fans ni por subir ego.
No lo hago por las listas, que van de listas.
Y AFIVE casi que me da igual.
No lo hago por dinero tan solo quiero
que él escriba sobre mí en su columna
de opinión seria y febril,
y que ponga mi nombre en su urna
Tantas veces le leí imaginando
que escribiría sobre mí,
sobre el cómo, el por qué y el cuándo.
Solo salió mi disco
fui a un kiosco
repleto de prensa musical.
Todavía no hay nada
esperaré un poco.
Abrí lento la pagina en que él escribe
(lo bueno siempre se hace esperar)
y al ver ni nombre en ella cerré los ojos,
no me abduciera ver las estrellas.
Pero él se ríe de mí.
Dice que intento
parecer provocador
y provoco solo aburrimiento.
Pero él se ríe de mí.
Es fulminante.
Dice que soy infanta¡il,
cursi, hortera, falso y pedante.
No lo hago por dinero
no es lo primero.
Y el resto también puede esperar.
No lo hago por las fans, ni por subir ego.
No lo hago por las listas, van de listas.
Y AFIVE casi que me da igual.
Pero él me ha echado al triste agujero negro,
dónde no llegan ni sol ni estrellas.
Pero él se ríe de mí (Ellos)